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ROMANCE DEL REY POSTIZO

 


Revista NOSOTROS Nº 53. Otoño 2020

Triste sino el del payaso

que monarca se creía

y descubre la tramoya

de oropel y tontería

que aparentaba ser seria

y era una fantasía.

La tramaron los trileros

de escaño y de mancebía

para robar los despojos

de la Patria que moría.

Corona de chichinabo,

cetro de guardarropía

y demás parafernalia

que dorada relucía

son de lata y no de oro

como así lo parecía.

 El oro lo llevó el padre

a tierras de morería

entre la ceca y la meca

con campechana alegría.

Es el trono de viruta

como la copla decía

y ya sólo lo defiende

la chillona algarabía

de bufones liberales

de Abascal y compañía

exhibiendo su retraso

y su obediencia judía.

Triste sino el del postizo

rey de la bufonería.

 

J.L. Antonaya

 

 

 

 

 

 


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